Un año más, y con esta ya son tres ediciones de la Calçotada Invernal 4x4, la nieve nos acompañó en esta ruta turística gastronómica en 4x4. Tuvo una muy buena acogida, con un grupo compuesto por 29 adultos, 4 niños y 16 coches. Todos los ingredientes estuvieron en su punto justo, tantos los climáticos como los gastronómicos. Después de unos días con precipitaciones, nublado, y con nevadas hasta el último momento, el día de la ruta 4x4 encontramos la nieve justa acabada de caer. Amaneció tapado, pero antes de una hora el sol lucía entre las nubes, y finalmente disfrutamos de un día soleado con nieve. En los primeros kilómetros de la ruta los participantes ya encontraron una pequeña dificultad. Un árbol caído por el peso de la nieve. Todos colaboraron para poder despejar el camino con hachas y cabrestantes... Aún no habían llegado los siguientes grupos de coches que la pista ya estaba despejada para circular. La ruta iba ganando altura, con lo que el nivel de nieve se incrementaba; salimos del bosque espeso y llegamos a una gran planicie que nos obsequiaba con unas fantásticas vistas de los Pirineos, y como primer protagonista el Puigmal con sus 2910 metros de altitud. Adultos y niños aprovechaban para jugar con la nieve, hacerse fotografías, tomar algún aperitivo, admirar las vistas... Después de la parada proseguimos con la ruta 4x4. Eramos los primeros en pasar por aquellos caminos, por lo que encontramos la nieve virgen, sin pisar, se avanzaba bien, con el justo espesor para disfrutar de la nieve sin dificultades. Llegaba un punto donde el road book indicaba dos posibles recorridos, con diferente dificultad, para poder dar cabida a todos los niveles y gustos de los participantes. Cada uno elegía según sus preferencias o influenciado por algún amigo. Y como el
Un año más, y con esta ya son tres ediciones de la Calçotada Invernal 4×4, la nieve nos acompañó en esta ruta turística gastronómica en 4×4. Tuvo una muy buena acogida, con un grupo compuesto por 29 adultos, 4 niños y 16 coches. Todos los ingredientes estuvieron en su punto justo, tantos los climáticos como